1. ACTUALIZA TU SISTEMA OPERATIVO
2. Actualiza los drivers
Siguiendo por la misma linea, es posible encontrarnos con problemas debido a drivers desfasados que no saben interactuar con software actualizado. Recuerda que los drivers siempre debes descargarlos de la página web oficial del fabricante.
3. Actualiza tu software útil
Muy similar a los puntos anteriores. Si tu software no está actualizado, te puedes encontrar con bugs ya solventados en la última versión, problemas de seguridad ya parcheados pueden poner en compromiso una estación de trabajo o toda la red.
4. Elimina el software innecesario
Disponer de programas que ya no se utilizan en las máquinas pueden implicar un problema,no sólo por el espacio en disco innecesario que consumen, sino porque debido a su desuso, probablemente no nos estemos preocupando de actualizarlo y puedan llegar a dar los problemas.
5. Antivirus actualizado y configurado
Un antivirus actualizado configurado para hacer scans periódicos y con un escaneo activo de la información que gestiona el usuario en ese momento nos puede evitar muchos problemas. Ten en cuenta el tipo de antivirus y las prestaciones de hardware de la máquina, o la medicina será peor que la enfermedad.
6. Comprueba el log de eventos
El PC puede darte bastante información sobre su estado a través de sus logs. Por ejemplo, en el caso de sistemas Windows, disponemos de un log de eventos en la administración de máquina (en un Windows XP, click derecho en Mi pc/Administrar/ Herramientas de sistema/visor de sucesos)
Aquí podemos encontrar una serie de logs informativos, avisos a tener en cuenta y hasta errores en la máquina. El comprobar y controlar estos errores hoy puede ahorrarnos un desastre mayor el día de mañana.
7. Haz backups
Si dispones de información importante, deberías hacer un backup para que se encuentre en otro dispositivo. En el caso de una red, es primordial acostumbrar al usuario a que deje toda su información relevante en las unidades de red designadas, y jamás en su disco duro local.
8. Da los permisos estrictamente necesarios
En general, todos acabamos trabajando como administradores de nuestra máquina. Esto, en sí, es un problema de seguridad. El mero hecho de acceder a una web infectada de forma accidental, y que nuestro usuario no disponga de permisos para escribir en el directorio de Windows, nos puede ahorrar bastantes problemas. En general los últimos sistemas operativos intentan tener esto en cuenta y se gestiona de forma “pasiva”, pero si lo pensamos un poco, nos daremos cuenta de que en general, tanto nosotros como los usuarios de nuesta red no necesitan ser administradores para crear documento de texto, imprimir archivos o navegar por internet. Incluso si algún usuario necesita un permiso especial para ejecutar un programa, se puede controlar que únicamente se ejecute como administrador dicho programa, dejando el resto como usuario estandar.
9. Utiliza SAIS
Un corte de luz puede dañar nuestra máquina. El SAI no sólo nos puede salvar de pequeños microcortes o darnos el tiempo suficiente para ir al servidor y apagarlo correctamente en caso de corte de luz, sino que controla subidas de tensión que puedan quemar literalmente la máquina.
10. Limpia físicamente la máquina
Esto en grandes empresas quizá es complicado, y posiblemente vaya más enfocado a usuario doméstico, pero algo tan mundano como el polvo, puede ser devastador para nuestro equipo. Limpiar de polvo el interior de nuestra máquina puede ser la diferencia entre funcionar o no funcionar, e incluso podemos llegar a ver mejoras de rendimiento en ésta.
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